jueves, 4 de junio de 2015

Mujeres Tras la Cámara en Ajitamos, Revista independiente


Buscamos juntarnos con otras mujeres que resisten, luchan, recuperan tradiciones y conocimientos por la defensa de la tierra, de los recursos universales y de su gente. Estamos recorriendo esta suramérica, en este tiempo de crisis ecológicas, económicas y políticas, somos dos mujeres y un perro transmigrantes, translocales y transgresoras. Salimos del área de confort para confrontar la modernidad opresora, evidenciar el sistemático despojo y extractivismo transnacional y de los estados nación, pero sobretodo para visibilizar las voces y pasos que están dando las mujeres a nivel político, desde sus territorios, desde sus cuerpos, desde su cotidianidad. Contenidos y prácticas que las mujeres están poniendo como un llamado al despertar de la conciencia y transformación social.



Venimos desde ecuador directo al sur, acá compramos una casa rodante con nuestros ahorros y con un pequeño fondo que hemos recaudado y que vamos juntando entre eventos, talleres y ventas de nuestro material, vamos creando audiovisuales participativos en las zonas donde sus voces y  procesos pueden ser estrategias dignas para frenar el atropello y la desinformación que en este tiempo parecen haberse naturalizado y aceptado.

Hemos pasado por argentina y actualmente estamos en el sur de chile. La experiencia patagónica nos esta enseñando mucho, todo lo que se dice y se llega a pensar de estas tierras es un extraño manto que cubre la verdad. Grupos humanos descendientes de pueblos originarios, mas de los que se puede pensar y se permite ver, crean y recrean denuncias y procesos de resistencia ante el despojo que la patria promete y promueve en nombre del progreso. Paisajes naturales y tradiciones originarias son usurpadas y funcionalizadas al mercado para que el turismo incremente la ceguera. Acá en la Patagonia los recursos y el agua aun son abundantes pero todo eso que debería ser una riqueza es en realidad sinónimo de amenaza, ya que la mirada de empresas y compañías hidroeléctricas, transgénicas, forestales, de papel, mineras, petroleras y de gas tienen sus ojos puestos sobre esta región al paso de concesiones y ritmos gubernamentales que incluso permitirán que este bello lugar se convierta en basurero de desechos nucleares. Lo poco que queda del conocimiento sobre el uso de las plantas y la memoria del genocidio racial se encuentran a merced del olvido o guardados bajo una cotidianidad poco accesible que ya solo ciertas personas cultivan.

Nos hemos encontrado con mujeres poderosas con propósitos sociales y harta lucha, también donde las dinámicas locales hacen que la gente se calle, las tierra se negocien y convivan  al lado de la violencia y la injusticia de un patriarcado sin fronteras que recae sobre la niñez y las mujeres. Algunas de ellas se quedan en los lugares cuando los hombres se van, cuando ellos están en la cárcel acusados de terrorismo o cuando se divide la tierra y se privatizan los territorios comunitarios, donde resisten junto a otros para sostener una territorialidad debido a un constante colonialismo que arrincona y amenaza. Mujeres que recuerdan lo que mucha gente ya asumió como horizonte de normalidad, reclaman por lo que nos queda, por lo que da sustento y sostén de vida, y no solo de la vida como tal, sino de la vida que se ha olvidado, prohibido, relegado o escondido, sabiduría latente donde tal vez se pueda, de alguna manera, encontrar caminos para volver o recrear y crear otras formas de estar en el mundo y de relacionarnos.

Para nosotras este viaje es una apuesta por la aventura, por el compartir experiencias, por enriquecernos para el andar. Nuestro recorrido quiere ser una narración colectiva a través de imágenes y sonidos que estamos creando con quienes nos encontramos.


Canal youtube: Artikulación Esporádika
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